miércoles, 18 de mayo de 2011

sentir, sufrir, and talk about it

Eventos recientes me han llevado a incurrir en el psicoanálisis. En un intento desesperado de encontrar consuelo o recibir ayuda. Sin entender que el psicoanálisis no tiene como objetivo resolver tus problemas. Sino que el objetivo del mismo es exponerlos frente a tu rostro de forma cruda e innegable.
El proceso es extenuante, agobiante, y para nada liberador.
Que un acicaladisimo y aromatizado por mil fragancias colorado te diga todo por tu cara todo lo que no supiste a hacer bien es la segunda tortura mas horrible a la que me he expuesto. Cobrar coraje para enfrentar a este profesional cada lunes es una desventura poco alegre. Que me lleva a tomar el 63 y repasar acontecimientos angustiantes durante hora y media. Ida y vuelta.
El psicoanálisis mis escasos y queridos lectores no es para cualquier alma sensible. Ahondar las profundas razones de nuestro dubitativo accionar es un evento oscuro lleno de desesperación y angustia.