martes, 17 de abril de 2012

Mas yo. Alla que aca.

Recuerdo fuertemente una clase de lengua en el colegio primario, donde la maestra incistia en la innegable riqueza de la lengua castellana (español, fuera de Argentina), donde recalcaba el aporte del ingles en palabras como garage, water close, del italiano, del latin, incluso del arabe en la palabra algibe.

Que rica la lengua habemos de pensar?
Agradecer acaso a aquel maestro empeñado?
Hasta donde ha de llegar nuestra insostenible negacion?

Nadie sabe acaso que la palabra chucho, viene del quechua y describe acaso los temblores frios del afiebrado.
Acaso cuchu no es la palabra con que se llama a los cerdos para ser alimentados e identifica casualmente a ese animal en Maya.
Y no es la maxima expresion del argentinismo el "che" una palabra mapuche, que en el centro del pais es "chu" y no es otra cosa que "gente" y esta presente en nombres como gualeguaychú, no por casualidad.

Y que idioma creen que esta escrito, Iguazu? Huapi? Poncho? Pachorra? Cuchitril?

Que es lo que nos pasa alla en el sur que queremos ser hijos de europeos? Hasta en las palabras pensamos negarnos a nosotros mismos?

Reamente creemos que es posible negar? Cuando emerge con tanta fuerza en cada palabra que decimos, en cada acto de pasion irrefrenable. Cada vez que los edificios se hacen un lado y de tu piel emerge esa negrura oculta por tanta sombra capitalina.
En cada abrazo acompañado de un vibrante hermano, amigo, viejita...
En cada sonrisa injustificada...
En cada favor sin ser pedido...
En cada amigo de la calle...
En cada oportunidad abandonada por la aventura...
En cada multiplicado, che boludo...

Soy lo que soy y aunque incistan en negarlo, ellos tambien. Y aunque me duela admitirlo me tuve que ir tan lejos para sentirme mas yo. Aca que alla.

A viracocha, a quetzacoatl y a vos mi Pachamama querida.

martes, 10 de abril de 2012

En el tiempo y el espacio

Miramos a los novios tomarse fotos con todo mundo y recibimos con cierto agrado el postre que dará por terminada la cena. La copa helada no brilla más que el plato principal. Pero una hoja de menta decora la montaña de crema helada. La tomo con mis dedos y la como, sin saber que una simple hoja verde podría transportarme tan, pero tan lejos.

Unos meses atrás, camino por la jungla hacia Machu Pichu, tomo una hoja que se me hace familiar y me la llevo a la boca, me satisface saber que es menta y pienso ¿Cómo es que se recoger esta hierba?

En Mentón, Costa azul, en las orillas del Mediterráneo, subiendo una loma pedregosa y el murmullo francés se deja oír a lo lejos. Alejandra me alcanza unas hojas y las mete en mi boca, es menta, me dice. Acompañada de una sonrisa, que todavia extraño. Y me lleva una vez más.

No soy mas que un gurí, en el patio de mi madre, ella prepara mate de té y limón a mi pedido, se acerca a sus plantas y recoge burrito de una sola rama arrancando todas las hojas al paso de su puño cerrado. Se agacha aún más y nuevamente las hojas verdes aparecen, las acerca a mi rostro y me deja olerlas. Lamentablemente vuelvo.

Todos en la mesa me miran, y se ríen de mi momentánea abstracción, yo también sonrió y les pregunto ¿A que no saben dónde estuve?