miércoles, 29 de junio de 2011

Como un frankenstein de vos

A Mara la conocí en un cumpleaños de esos con, mucha comida, guirnaldas e invitados mayores de edad, donde te pones en pedo, pero después todo el mundo se acuerda. Ella vive con su hermano, es de Santa Fe, conversamos por teléfono y hablamos de series de cuevana. Ocasionalmente nos vemos pero no nos besamos mucho ni somos muy afectuosos. Juntos vamos al cine y comemos antes de la función en lugares malos, hablamos de golosinas y cosas por el estilo.
Bernadette es puertorriqueña, bailarina, poetiza y fotógrafa, ella vive en un atelier sin baño privado y está en Bs. As. por algunos meses. Nos conocimos en una peña folclórica. Ella se me acerco mientras yo me reía de no de que y me dijo, vos tenes cara de argentino. Yo me reí y ella se quedo seria. Me convertí en su fantasía de lo que un argentino hace y deshace como amante, le hablo de política después del sexo y digo cosas como: Sabes lo que pasa… Me levanto y preparo el mate y me arrimo al balcón a meditar y la llevo a milongas para presentarles a mis amigos más bohemios.
Josefina, estudia arquitectura, es rubia se viste bien, huele bien y no desencaja cuando camina por avenida Santa Fe. A ella la conocí en un boliche de esos que odio, y la acompañe a la casa. La llevo a asados con mis amigos o a los cumpleaños de sus novias. Me gusta estar con ella pero solamente si hay otras personas, si somos un grupo. Cuando estamos solos solo puedo besarla. Si le hablo cosas que me interesan, ella presta atención y se interesa, pero siempre me da la impresión de que le hacen daño.
Irina, es sommelier. Me la presento un amigo en su afán de conseguirme novia. Ella es pálida y su cabello abultado y negro le da un aire a la actriz que interpreto a Edith Piaf. Me encanta escucharla hablar, me vuelve loco cada vez que me cuenta de este vino, aquella cosecha y este viñedo. Me lleva a comer a lugares increíbles y yo a ella. Nos quedamos charlando horas pedimos comida, tomamos un vino, charlamos mas y volvemos a ordenar hasta que nos vamos hartos y me convenzo de que le hago el amor en el piso de su departamento. Al otro día ella se levanta temprano me besa y me pide que le deje las llaves al portero.
Por último Julieta, que es mi amiga del chat con ella hablo todas las noches, no la conozco así que no sabría decir si es bella o no. Sé que conoce casi todos mis secretos, cuando lloro, cuando extraño, cuando estoy feliz, cuando me enoje con mi jefe, etc. Ella tiene 26 años y cree que su novio esta por dejarla. No es feliz trabajando para el estado, pero le cuesta dejar un trabajo tan seguro, no sabe si algo le interesa tanto como para llamarlo vocación y eso le jode mucho. La relación con sus padres es buena pero no los ve nunca, odia los pájaros en cautiverio y nunca aprendió andar en patines. Como yo le teme a los domingos, no le gusta ver deportes por la tele y ama cocinar para los demás. No para ella.
Punto y aparte.

Todas ellas me dan menos trabajo que aquel amor, pero todas juntas, con lo mejor de sí mismas no son capaces de completarme tan perfectamente como una sola.

3 comentarios:

  1. Me gusta y me entretienen mucho tus escritos, éste deja ver una faceta que conmueve.. Saludos.

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  2. capaz si dejas de buscar a esa una sola..
    no te hagas mas daño comparando.
    pensar hace mal.

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  3. Los tontos son mas felices. Los que deciden no pensar son mas dichosos.
    Yo me cuestiono, me pregunto, me revuelvo sobre mi mismo. Es horrible pero, también avanzo, crezco, y sobre todo, no tropiezo dos veces con las misma piedra.

    Heberto Odriozola

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